Contenedores marítimos que abandonan el puerto para convertirse en viviendas, es el nuevo proyecto social del Ayuntamiento de Barcelona. En total levantarán tres edificios darán cabida a 92 alojamientos con estas características donde podrán vivir 250 personas en situación de vulnerabilidad.
Los pisos están hechos de un material mucho más resistente que una vivienda normal, ya que tienen que mantener la suficiente rigidez como para soportar la carga y descarga del vehículo que los traslada desde la fábrica.
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Desafío
Viviendas en contenedores de barco reciclados. Esta solución arquitectónica, utilizada en varias ciudades europeas -Ámsterdam y Copenhague, por ejemplo- llega a Barcelona. La anunciada construcción de tres promociones públicas de alojamientos provisionales con este sistema.
El coste de construcción de este tipo de edificios, que el Ayuntamiento conoce como APROP (alojamientos de proximidad provisionales) es entre un 25% y un 40% inferior al de los convencionales y el tiempo de realización, incluyendo la fase previa administrativa, puede llegar en a ser de siete años, se rebaja a quince meses en este caso y a nueve cuando el sistema esté más rodado. En cuanto a las obras, pasan de 18 o 24 meses a tan solo tres.